En el contexto socioeducativo de mis estudiantes, la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como parte de su proceso de enseñanza-aprendizaje, se dibuja desde un panorama diverso y desafiante. Si bien un porcentaje significativo de los/as jóvenes cuenta con acceso a dispositivos como teléfonos inteligentes y computadoras, el entorno escolar aún enfrenta limitaciones importantes, como una conexión a internet inestable en el plantel, lo que obliga tanto a mis estudiantes como a los/as docentes, a recurrir al uso de datos móviles. Este factor destaca la necesidad de desarrollar estrategias pedagógicas que consideren esa limitación tecnológica y fomenten una integración más efectiva y equitativa de las TIC.
Competencias tecnológicas de los/as estudiantes
En términos de competencias básicas, los/as estudiantes con los/as que trabajo y he trabajado en el pasado, demuestran un dominio inicial en herramientas como: navegadores web, Microsoft Word, PowerPoint y Canva. Sin embargo, su alfabetización digital pone en evidencia marcadas áreas de oportunidad, particularmente en el uso ético y eficiente de plataformas como ChatGPT, así como en la búsqueda de información, en repositorios académicos. Durante este semestre (agosto-diciembre de 2024), realicé algunas dinámicas que les permitierón fortalecer esas habilidades, a través del uso de bibliotecas digitales y bases de datos. Aun así, es evidente que necesitan consolidar una comprensión más profunda, de las aplicaciones educativas de esas herramientas y su potencial para el aprendizaje autónomo.
Actitudes hacia el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
La actitud de los/as estudiantes hacia el uso de las TIC en entornos educativos, presenta un contraste marcado. Por un lado, aceptan con entusiasmo las herramientas tecnológicas para actividades de ocio y entretenimiento, pero enfrentan resistencia al utilizarlas con fines académicos. Esa resistencia se manifiesta especialmente en actividades que implican la creación de productos audiovisuales, donde la "pena social" emerge como una barrera recurrente. Además, aunque algunos/as estudiantes tienen hábitos de estudio organizados, muchos otros necesitan apoyo adicional, para desarrollar habilidades de autorregulación, como la gestión del tiempo y la capacidad para enfrentar desafíos de forma autónoma.
Actividades y retos en la integración de las TIC
En el aula, he implementado estrategias híbridas y en línea, que buscan diversificar los métodos de enseñanza y aprendizaje, utilizando plataformas como: Kahoot!, Padlet, Mentimeter, Canva y herramientas de creación de contenido como TikTok y Flip. Los materiales de clase se encuentran alojados en un blog interactivo, el cual permite a los/as estudiantes, acceder a recursos descargables, mitigando las limitaciones de conectividad en el plantel. Sin embargo, uno de los retos más grandes ha sido guiar a los/as estudiantes para resignificar el uso de sus dispositivos tecnológicos como herramientas de aprendizaje, rompiendo la asociación directa entre tecnología y entretenimiento.
Retos y oportunidades
La alfabetización digital de los/as estudiantes, necesita un reencauce hacia un aprendizaje significativo, donde comprendan el valor de las TIC más allá del ocio. Para ello, resulta crucial continuar promoviendo estrategias que fortalezcan sus habilidades de investigación y su responsabilidad en el uso ético de estas herramientas. Asimismo, los/as estudiantes requieren un acompañamiento constante, para transitar hacia la autorregulación y la autonomía, en entornos educativos en línea.
Desde mi rol como docente, este panorama plantea el desafío de diseñar experiencias de aprendizaje que equilibren las limitaciones tecnológicas, con actividades que sean accesibles, dinámicas y orientadas al desarrollo de competencias digitales. También me parece importante que más docentes se arriesguen a trabajar en la combinación de estrategias colaborativas, materiales interactivos y metodologías híbridas, ya que desde mi experiencia esa fusión de dinámicas ha demostrado ser eficaz. Sin embargo, soy consciente de que aun queda mucho por explorar para maximizar el potencial de las TIC en el proceso educativo.
Pensamiento final
Me parece que el uso de las TIC en la educación en línea y en los entornos híbridos, no sólo representa un desafío técnico, sino que también significa un reto cultural y pedagógico. La integración efectiva de estas herramientas requiere una constante adaptación desde mi yo docente pero también, es una invitación abierta para que los/as estudiantes redoblen sus esfuerzos, para que reconozcan el valor educativo de las TIC, dentro de sus propios procesos de aprendizaje. En este camino cambiante según las demandas socioculturales del siglo XXI, la resignificación del papel de la tecnología en el aula es clave, para formar ciudadanos/as digitales autónomos/as, críticos/as y responsables.